Hay varias razones por las que no me gusta la serie Juego de Tronos (al menos no como a la mayoría). Es más, admito que la dejé en la segunda temporada y sólo he visto algún vídeo en youtube. El motivo principal es la ausencia de una dirección de arte decente.
La semana pasada, vi una entrevista que le hicieron a George R. R. Martin, autor de esta saga (y asesor de dirección de la serie), y, cuando le preguntaron si hacía caso a las sugerencias de los fans, dijo que el arte no es democrático y que él siempre trata de hacer arte. Pues perfecto, porque, para alcanzar cierta calidad artística, hay que cuidar cada aspecto de una obra; en este caso narrativa, sea o no audiovisual. Ya que, como dice el refrán, El demonio está en los detalles. Siempre. Del mismo modo que muchos matices, por ínfimos que puedan ser, siempre constituirán un todo (o su ausencia) tan rotundo por afecto como innegable en su defecto.
Voy a poner dos ejemplos al azar sin orden cronológico, aunque podría señalar otros muchos por capítulo. Dejo los vídeos antes de la explicación por si alguien quiere ver si lo detecta: (más…)
Laleydeotros 